Hoy entre otras muchas actividades he estado en Elche terminando de grabar una excursión que tenia pendiente en la zona del pantano,, me he quedado un poquito alucinado, pues he visto un monton de horas de trabajo, he visto un monton de esculturas esculpidas en piedra natural, in situ,, y de paso me entere de los impedimentos que le han puesto a estos laboriosos señores por convertir una antigua cantera, abandonada hoy en día, en un rincón lleno de vida, lleno de recuerdos y homenajes,, voy a colgar un report que he encontrado en internet,, del trabajo de estos señores.
Una de las esculturas de Cándido, alumno y amigo de don Mariano
El lugar es conocido como el Cau,, podeis acercaros a él de manera fácil, y aunque os parezca raro, solo teneis que tomar la carretera que lleva al vertedero municipal, y un poquito más arriba encontrareis el lugar,,, vale la pena un poquito de esfuerzo.
un homenaje a todo el mundo
Este es un reportaje extraido de internet,, del que segun mis averigiuaciones difiero en una cosa,, Don Mariano en su oficio se dedicaba al calzado, la afición por esculpir fué algo tardía.
Buscamos él Racó de la Morera, al pié de la
antena del Tabayá, que junto con la Mare de Deu, preside y vigila Elche. Esa
zona, que acaba luego en el Ferriol, es como un microvalle rodeado de montañas.
Tiene un paisaje inquietante que te lleva en unos sitios al Marruecos profundo
y en otros te transporta, por las formas caprichosas de las rocas, a la
Capadocia turca.
Esas montañas se explotaron como canteras y fue de donde vinieron los bloques de rocas que se utilizaron en la restauración de Santa María. De aquellos canteros nos queda no un recuerdo sino un presente a través de Mariano Ros y sus discípulos, especialmente Cándido.
Mariano, en la zona de sierra que linda con el Ferriol, nos ha legado algo muy importante, sus esculturas. Al igual que los mineros de Cracovia que en la mina de sal a 130 metros de profundidad esculpieron imágenes con el material que trabajaban, Mariano y Cándido como buenos canteros que han sido, cincelaron, recrearon y pintaron en la pared de la montaña pasajes, lugares, personas e imágenes de la ciudad. Todo ello hecho, nunca mejor dicho, por amor al arte y a Elche.
No podia faltar un homenaje al equipo de la ciudad, es algo evidente, pero no acaba aqui todo, seguimos
Un homenaje con el que me siento profundamente identificado, a la prevención de incendios y todo lo que ello significa, voluntariado, esforzados profesionales, autoridades etc.
Homenajes a la mujer, a los montañeros, a Cantó, a los cazadores, a los labradores, a los carreteros, imágenes de santos, el puente de hierro, el pantano y su central eléctrica, los patrimonios de Elche Todo ello tiene cabida en el Cau, que así se llama este rincón del Ferriol al pie de la antena del Tabayá, donde también se puede llegar con un acceso fácil en coche desde Bonavista.
a todos los montañeros
al pantano y su central electrica
no podia faltar la referencia mundial de Elche, su dama, podría poner muchisimas más, que las hay, pero creo que lo mejor es que os deis un paseito por el lugar, seguro que sera una mañana entretenida,,,,
La obra de Mariano Ros y Cándido debe ser conocida y protegida toda vez que el
Seprona les desalojó por ocupación de monte público. Es un destino cultural y
excursionista que nos aporta la sierra de Elche, tan cercana y tan desconocida.
Vayamos a nuestro monte, respiremos, disfrutemos. Vivamos. y sobre todo CUIDEMOSLO.
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