domingo, 25 de mayo de 2008



Benissili, Castillo De Benissili

Juan Fco. Mariño
caminosherradura@yahoo.es

Hoy nos llegaremos por la carretera de Polop (CV- 700) a Benisili, uno de los bellos pueblos del valle de la Gallinera, enclavado en la comarca de la Marina alta, muy cerquita de Pego y no muy lejos de Muro de Alcoy, este pueblo antiguamente se le conocía por el nombre de Benicilim, agregándose a la parroquia de Alpatró en 1535. En este pueblo al igual que el resto de este fértil valle podremos ver que su principal medio de vida es la almendra, la oliva y la cereza. Es uno de los 8 pequeños pueblos que conforman el municipio de Vall de Gallinera: Benirrama, Benialí, Benissivá, Benitaia, La Carroja, Alpatró, Llombai y Benissili. Alpatró es el núcleo más poblado de todos ellos.



Este valle era el feudo del caudillo moro Al-Azraq, estando rodeado de siete castillos, todos dignos de ser visitados: Ambra, Forna, Gallinera, Talaia d´Alpatró, Talaia de la Foradada, Alcalà y Margarida. Históricamente el valle ha sido zona de paso entre el interior y la costa mediterránea. La herencia musulmana está latente en este valle que conserva ese ambiente en sus pueblos, castillos, cultivos y tradiciones. Los paisajes de la Vall de Gallinera se encuentran entre los más asombrosos de nuestra geografía, en los que se mezclan naturaleza, historia, tradiciones y costumbres.

Estas tierras estuvieron pobladas durante la ocupación musulmana, por su alto valor estratégico, bien defendidas por sus inexpugnables castillos cuyas ruinas aún podemos admirar en nuestros días en los castillos de Benirrama y Benissili. Es una orografía tortuosa, impactante.
Cuenta la leyenda, que al perder los musulmanes sus territorios en la península, el último príncipe musulmán se volvió a mirar por última vez la Vall de Gallinera, pronunciando estas palabras: "No me importa perder un imperio en justa batalla, pero sólo abandonar la Vall de Gallinera puede hacer llorar a un príncipe del Islam", y acto seguido sus lágrimas cayeron, por última vez, sobre las tierras de la Vall de Gallinera.


Pues ya amigos demos comienzo nuestra excursión de hoy, y situándonos en la salida del pueblo, donde podemos llenar nuestras cantimploras en la fuente de la Mata, saldremos en dirección a la carretera general buscando el restaurante que se enclava junto a la gasolinera, y en el mismo lado a unos doscientos metros encontraremos un entrador a la izquierda, desde aquí la vista del castillo ya es espectacular, al igual que la arrogancia de esta bella sierra que es la Foradada, este camino no tiene perdida, pues lo tenemos a la vista, y claramente marcado, la ascensión nos llevara poco más de una hora, lo que si nos puede entretener un poco más es contemplar tantas maravillas juntas.

Una vez en lo alto descubriremos un pequeño albergue-refugio, donde incluso podemos hacer vivac, en otros tiempos las cosas estaban mejor, pero algunas personas con falta de civismo lo ha dejado un tanto deteriorado. Bueno amigos, creo que lo mejor es que no lo duden y lo visiten ustedes mismos.

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