martes, 8 de abril de 2008

La historia de la cruz de San Cristobal





Caminos de Herradura
DE NUESTRAS COMARCAS

La Cruz de San Cristóbal, más de un Siglo de historia


Juan Fco. Mariño

Aprovechamos esta corta excursión para detallarles una pequeña pero importante historia, la de las “Cruces de San Cristóbal”. Para hablar de ellas tenemos que remontarnos al nacimiento del siglo XX, para ser exactos al mes de Marzo de 1900, año en que la idea del Arzobispo de Granada esta a punto de cumplirse, siendo esta la de colocar una gran Cruz de piedra en lo alto del Veleta, una de las altitudes más importantes de Sierra Nevada, y por extensión de España, con la intención de celebrar la llegada del siglo XX, mención de ser un importante símbolo de “Fe” para los Cristianos de la Caminos de Herradura
DE NUESTRAS COMARCAS

La Cruz de San Cristóbal, más de un Siglo de historia


Juan Fco. Mariño

Aprovechamos esta corta excursión para detallarles una pequeña pero importante historia, la de las “Cruces de San Cristóbal”. Para hablar de ellas tenemos que remontarnos al nacimiento del siglo XX, para ser exactos al mes de Marzo de 1900, año en que la idea del Arzobispo de Granada esta a punto de cumplirse, siendo esta la de colocar una gran Cruz de piedra en lo alto del Veleta, una de las altitudes más importantes de Sierra Nevada, y por extensión de España, con la intención de celebrar la llegada del siglo XX, mención de ser un importante símbolo de “Fe” para los Cristianos de la época. En nuestra ciudad Alcoy, tomando buena nota de este evento el periódico “El Heraldo de Alcoy” de la pluma del periodista alcoyano D. Julio Puig Pérez publica un articulo el día 6 de Marzo de 1900, resaltando el hecho de la instalación de la “Cruz de la Veleta” cosa que también podría hacerse en la ciudad de Alcoy. Se comunica la idea al párroco de San Mauro y Arcipreste de Alcoy D. Francisco Navarro al que la idea le entusiasmo pero que no la pudo ver realizada pues fallecía ese mismo año. Pues se traslada el proyecto al nuevo Arcipreste y párroco de Santa María el sacerdote D. Francisco Soler Romaguera, se convoca a las autoridades municipales y a las personalidades más relevantes del ámbito social de la ciudad; la intención no es otra que pedir debida colaboración para llevar a buen fin la colocación de una “Gran Cruz” en nuestra ciudad.
Por esos días el “Heraldo de Alcoy” publica un articulo del cronista alcoyano D. Julio Andrés Valor que se vino a titular “Las Cruces del Cerro de San Cristóbal” basado en el famoso “Cronicón del Padre Picher” desaparecido en 1936 donde se afirmaba que Alcoy ya había tenido otra cruz en el “Barranc del Sinc” que al parecer fue derribada en la “Guerra de Secesión” (Rogelio Sanchis) por “els malcontents” lo cual ocurrió en el siglo XVIII, y que al parecer fue repuesta por el vecindario.
Después de varias reuniones entre el clero y las personas más relevantes de la sociedad alcoyana se llega al acuerdo de encargar el proyecto a los ingenieros D. Enrique Vilaplana Juliá y D. Emilio Colomina, siendo nombrado arquitecto de este proyecto Don Vicente Juan Pascual. Se abrió para el proyecto una suscripción popular iniciando los donativos en primer lugar las autoridades religiosas y civiles siendo secundadas por empresas y particulares, siendo el coste total de la “Cruz” la astronómica cifra de 6.256 viejas pesetas, unos 40 € aunque para cubrir el coste total faltaban casi dos mil pesetas, siendo cubierto el déficit por un anónimo y generoso donativo. Las medidas de esta cruz alcanzaron los 18 metros de alto y los brazos 7 metros, saliendo del pedestal solo 13 metros. La cruz quedo instalada al lado de la Ermita el día 15 de Marzo de 1901, ( ya hace 106 años) dejando la celebración y bendición hasta que pasaran las fiestas patronales, (nuestras fiestas de Moros y Cristianos, hoy de interés turístico internacional) Una serie de hechos de diversa índole impidieron la celebración de la bendición, meses más tarde (24 de Junio de 1901) se celebra una procesión con la cruz al frente (simbólica) la cual fue interrumpida por un grupo de alborotadores un tanto descerebrados, fruto del rencor político y sectario de aquellos momentos. Estos hechos causan una profunda impresión en D. Fco. Soler Romaguera, que se marcho a vivir a Valencia donde por oposición gana el cargo de cura en la Parroquia de San Martín. Pues teniendo la “Cruz” plantada y sin bendecir ni inaugurar nos llegamos a el “3 de Junio 1903” segundo día de Pascua, el señor Cura Ecónomo de San Mauro, D. Vicente García Gomis celebra una solemne misa en la Ermita de San Cristóbal y bendice la “Cruz” ante los presentes que parece no fueron muchos, pues el tiempo no estaba muy apacible.
En la base de esta emblemática cruz se graba una inscripción sobre una lápida de mármol la cual decía así.
“CHRISTO IESU HUMAI GENERIS REDEMPTORI REGI QUEM SUPREMO SAECULO XX INVENTE CRUCEM HAC CIVITAS ALCODIENSES PIE MEMOR REVERENSQUE DEDICAVIT”

Este texto fue obra del Sr. Fco. Andrés Gisbert, el cual obtuvo el premio en un concurso de leyendas realizado al efecto, siendo costeada la grabación en lápida de mármol y letras de plomo por el padre del autor Don Bruno Andrés, se realiza la obra del pedestal por subasta siendo adjudicada al contratista de obras D. Bautista Masiá García, teniendo la lámina de mármol unas medidas de 2’60 x 1’20 mts. Los años fueron pasando y llegamos a la fraticida “Guerra del 36” nuestra fatídica guerra civil, en la cual no se sabe muy bien porque (aunque nos lo podemos imaginar) la cruz es derribada para disgusto de muchos. En estos mismos años desaparece el cargo de ermitaño que había ostentado desde 1923 la Sra. Matilde Iborra y su esposo Cándido Lucas, (existe documentación que estos ermitaños se mantuvieron en el lugar hasta mediados los cuarenta) cuyo trabajo consistía en que no le faltase aceite para la llama del Santo, además de mantener limpia y aseada la Ermita y sus alrededores, cobrando por este trabajo dos reales. Nos llegamos a 1960, década maravillosa, sobre todo para el que esto escribe pues es el año en que vine al mundo, en este año el periódico de Alcoy “Ciudad” realiza de la mano del conocido D. Rafael Coloma una campaña encaminada a recaudar fondos para la reconstrucción de la derruida “Cruz” y la rehabilitación de la Ermita siendo este un trabajo arduo y difícil. El periódico “Ciudad” se vuelca en el tema y publica una serie de artículos ensalzando el gran valor moral que significaría el volver a tener la “Cruz” alzada, este esfuerzo da sus frutos y los donativos de todas las capas sociales empiezan a llegar a la redacción de este periódico, llegando muchos de ellos de los pueblos de la comarca. Se podría destacar a muchas personas y colectivos como el gesto anónimo de un motorista que por conducto de D. Cirilo Tormó Durá, (el conocido sacerdote de Atzeneta, que en 1955 había inaugurado el Sanatorio Mariola la Asunción, en el Preventorio) mención a parte de que anteriormente a este proyecto ya había colocado una cruz de madera de dimensiones considerables en lo alto de San Cristóbal. Nuestro Don Cirilo hace llegar una esquelita a la redacción de este periódico que decía así, “Para San Cristóbal en la bendición de una moto” junto con un donativo de 50 pesetas. Hablando de motos dejaremos constancia del donativo realizado por el Moto Club Alcoy, que alcanzo la cifra de 500 pesetas, entregadas por medio de un conocido alcoyano, el fotógrafo D. José Crespo Colomer. Destacable también el hecho de los alcoyanos afincados en la capital del Turia reúnen fondos para regalar el “Cáliz” de la Ermita, cosa que hicieron efectiva el 26 de Junio de 1960, aprovechando que en ese día las autoridades alcoyanas acudieron a Valencia para asistir a la celebración de la Festividad de San Juan de Ribera. La cruz se construye en la casa “Torras” de Valencia, quedando presupuestada en 12,35 ptas, el kg, alcanzando un peso total de 1700 kg, con una altura de 13’360 m. En la reconstrucción empiezan a trabajar D. José Pérez Vaño (maestro de obras) y su hijo José Pérez Valor, acompañados de los señores Deogracias Ramiro, Manuel Molina, y Fco. Aragón López en calidad de oficiales albañiles, participando como mecánicos y montadores los Srs. Juan Esteve Lillo, Ramón Climent y Salvador B. Marcos, todos ellos del taller de D. Luis López Aracil. Una vez construida la cruz se presenta el problema de subirla a lo alto de San Cristóbal, pero una vez más desde las paginas de “Ciudad” el periodista de nuestro periódico D. Rafael Coloma dirige una campaña en la que se llama a la solidaridad de las personas de la ciudad, no haciéndose esperar la respuesta, pues desde todos los puntos llegan mensajes y llamadas para colaborar, si leemos los diarios de la época los voluntarios son tantos que no supondrá problema subir la cruz. Nos llegamos al Sábado 16 de Julio de 1960, la agencia de transportes Guillén llega a la Font de Moya con las piezas de la cruz, cuando en el contrato solo se indica trasladarla a Alcoy, pero tengamos presente que el gerente de esta empresa D. Vicente Guillén es un alcoyano de pura cepa, tanto que incluso ostento el cargo de capitán cristiano en nuestras populares fiestas de “Moros y Cristianos” las piezas son subidas el Martes y Miércoles 26 y 27 de Julio de 1960 por el Sr. Vicente Martínez Lluch, cuatro hombres, cuatro burros, dos mulos y demás caballerías, no pudiendo acudir a colaborar en la subida muchas de las personas que se habían ofrecido por ser días laborables.
Se inaugura de nuevo esta emblemática “Cruz” el 23 de Octubre de 1960, siendo padrino el alcalde Sr, Enrique Oltra Molto y madrina la Srta. Luisa Aracil Bellod, hija del arquitecto.

Pues después de todo lo anteriormente dicho nos llegamos a la década de los noventa, años estos que el aspecto que presenta la Ermita de San Cristóbal y sus alrededores es un tanto descuidado, abandonado, para solucionar este problema la iniciativa de un grupo de hombres en su mayor parte “Jubilados” se ponen de acuerdo para entre ellos acometer las obras pertinentes para rehabilitar la zona. Al frente de estos hombres se coloca D. Luis Sempere Benavent que es ayudado por los Srs. Bartolomé Berenguer, Antuan Vicedo y Ramón Cortés, que a la postre a sido mi informador el cual nos cuenta que estos trabajos se inician con la ayuda material del ayuntamiento de Alcoy y de otros compañeros como los Srs. Julio, Roberto, Angel, Enrique, Fernando, Manuel Abad, Rafael Doménech, Rafael Torregrosa, el Sr, Pepe todos ellos pensionistas los cuales fueron ayudados por Pedro (chofer del autobús) Paco (policía nacional) y el Sr. Miguel, José Molina (funcionario correos y encargado de filmación) todas estas personas han hecho que el paraje de San Cristóbal sea un lugar acogedor ( al día de hoy Enero 2008, presenta la zona algunos deterioros por vandalismo y otros por inclemencias del tiempo) a todos ellos les damos las gracias pues después de casi diez años de arduo trabajo el cambio experimentado en la zona es considerable, esperemos que sepamos apreciar tanto esfuerzo y tengamos la suficiente concienciación de saber mantener tan bello lugar.
Una vez dicho todo esto podemos ir al aspecto deportivo, es decir a realizar esta bella excursión, la cual podemos iniciar en el mismo Parque del Romeral, y subiendo por el Llançols iremos tomando altura y contemplando un bello paisaje, este recorrido esta señalizado como sendero local (marcas verdes y blancas) aunque también se inicia un sendero PR – CV, que nos conduciría a Barchell pasando a los pies de la ermita de San Cristóbal, este sendero a sido recientemente señalizado por los miembros y participantes de la Escola D’Estiu de la UPV Campus D’Alcoi siendo director de esta escuela de verano el Sr. Vicente Tomás y como coordinador de señalización y trabajos de campo Juan Fco. Mariño, y todo ello con la colaboración de la Gerencia de Medio ambiente del Ayuntamiento de Alcoy siendo su director responsable el Sr. Miguel Signes.

Una vez llegados a la zona de piscinas del Preventorio, cruzamos la carretera asfaltada y continuamos de frente, donde ya encontramos la font de l’Horteta, junto con sus balsas y a partir de aquí la ascensión es constante hasta llegar a la ermita desde ella podemos acceder a otros lugares con encanto como puede ser la buitrera del Proyecto Canyet, lugar en el que debemos ser muy respetuosos, pues recordemos que la reintroducción de esta especie lleva detrás muchísimo esfuerzo.
Otra cosa importante a destacar de esta pequeña excursión es que la zona nos puede dar algunas sorpresas como encontrar algún que otro fósil marino, aunque rogamos no deterioren el entorno con excavaciones o similares. Llegados a este punto solo me resta decirles que espero que disfruten de esta caminata por el patrimonio natural y cultural de Alcoy de la misma manera que yo.época. En nuestra ciudad Alcoy, tomando buena nota de este evento el periódico “El Heraldo de Alcoy” de la pluma del periodista alcoyano D. Julio Puig Pérez publica un articulo el día 6 de Marzo de 1900, resaltando el hecho de la instalación de la “Cruz de la Veleta” cosa que también podría hacerse en la ciudad de Alcoy. Se comunica la idea al párroco de San Mauro y Arcipreste de Alcoy D. Francisco Navarro al que la idea le entusiasmo pero que no la pudo ver realizada pues fallecía ese mismo año. Pues se traslada el proyecto al nuevo Arcipreste y párroco de Santa María el sacerdote D. Francisco Soler Romaguera, se convoca a las autoridades municipales y a las personalidades más relevantes del ámbito social de la ciudad; la intención no es otra que pedir debida colaboración para llevar a buen fin la colocación de una “Gran Cruz” en nuestra ciudad.
Por esos días el “Heraldo de Alcoy” publica un articulo del cronista alcoyano D. Julio Andrés Valor que se vino a titular “Las Cruces del Cerro de San Cristóbal” basado en el famoso “Cronicón del Padre Picher” desaparecido en 1936 donde se afirmaba que Alcoy ya había tenido otra cruz en el “Barranc del Sinc” que al parecer fue derribada en la “Guerra de Secesión” (Rogelio Sanchis) por “els malcontents” lo cual ocurrió en el siglo XVIII, y que al parecer fue repuesta por el vecindario.
Después de varias reuniones entre el clero y las personas más relevantes de la sociedad alcoyana se llega al acuerdo de encargar el proyecto a los ingenieros D. Enrique Vilaplana Juliá y D. Emilio Colomina, siendo nombrado arquitecto de este proyecto Don Vicente Juan Pascual. Se abrió para el proyecto una suscripción popular iniciando los donativos en primer lugar las autoridades religiosas y civiles siendo secundadas por empresas y particulares, siendo el coste total de la “Cruz” la astronómica cifra de 6.256 viejas pesetas, unos 40 € aunque para cubrir el coste total faltaban casi dos mil pesetas, siendo cubierto el déficit por un anónimo y generoso donativo. Las medidas de esta cruz alcanzaron los 18 metros de alto y los brazos 7 metros, saliendo del pedestal solo 13 metros. La cruz quedo instalada al lado de la Ermita el día 15 de Marzo de 1901, ( ya hace 106 años) dejando la celebración y bendición hasta que pasaran las fiestas patronales, (nuestras fiestas de Moros y Cristianos, hoy de interés turístico internacional) Una serie de hechos de diversa índole impidieron la celebración de la bendición, meses más tarde (24 de Junio de 1901) se celebra una procesión con la cruz al frente (simbólica) la cual fue interrumpida por un grupo de alborotadores un tanto descerebrados, fruto del rencor político y sectario de aquellos momentos. Estos hechos causan una profunda impresión en D. Fco. Soler Romaguera, que se marcho a vivir a Valencia donde por oposición gana el cargo de cura en la Parroquia de San Martín. Pues teniendo la “Cruz” plantada y sin bendecir ni inaugurar nos llegamos a el “3 de Junio 1903” segundo día de Pascua, el señor Cura Ecónomo de San Mauro, D. Vicente García Gomis celebra una solemne misa en la Ermita de San Cristóbal y bendice la “Cruz” ante los presentes que parece no fueron muchos, pues el tiempo no estaba muy apacible.
En la base de esta emblemática cruz se graba una inscripción sobre una lápida de mármol la cual decía así.
“CHRISTO IESU HUMAI GENERIS REDEMPTORI REGI QUEM SUPREMO SAECULO XX INVENTE CRUCEM HAC CIVITAS ALCODIENSES PIE MEMOR REVERENSQUE DEDICAVIT”

Este texto fue obra del Sr. Fco. Andrés Gisbert, el cual obtuvo el premio en un concurso de leyendas realizado al efecto, siendo costeada la grabación en lápida de mármol y letras de plomo por el padre del autor Don Bruno Andrés, se realiza la obra del pedestal por subasta siendo adjudicada al contratista de obras D. Bautista Masiá García, teniendo la lámina de mármol unas medidas de 2’60 x 1’20 mts. Los años fueron pasando y llegamos a la fraticida “Guerra del 36” nuestra fatídica guerra civil, en la cual no se sabe muy bien porque (aunque nos lo podemos imaginar) la cruz es derribada para disgusto de muchos. En estos mismos años desaparece el cargo de ermitaño que había ostentado desde 1923 la Sra. Matilde Iborra y su esposo Cándido Lucas, (existe documentación que estos ermitaños se mantuvieron en el lugar hasta mediados los cuarenta) cuyo trabajo consistía en que no le faltase aceite para la llama del Santo, además de mantener limpia y aseada la Ermita y sus alrededores, cobrando por este trabajo dos reales. Nos llegamos a 1960, década maravillosa, sobre todo para el que esto escribe pues es el año en que vine al mundo, en este año el periódico de Alcoy “Ciudad” realiza de la mano del conocido D. Rafael Coloma una campaña encaminada a recaudar fondos para la reconstrucción de la derruida “Cruz” y la rehabilitación de la Ermita siendo este un trabajo arduo y difícil. El periódico “Ciudad” se vuelca en el tema y publica una serie de artículos ensalzando el gran valor moral que significaría el volver a tener la “Cruz” alzada, este esfuerzo da sus frutos y los donativos de todas las capas sociales empiezan a llegar a la redacción de este periódico, llegando muchos de ellos de los pueblos de la comarca. Se podría destacar a muchas personas y colectivos como el gesto anónimo de un motorista que por conducto de D. Cirilo Tormó Durá, (el conocido sacerdote de Atzeneta, que en 1955 había inaugurado el Sanatorio Mariola la Asunción, en el Preventorio) mención a parte de que anteriormente a este proyecto ya había colocado una cruz de madera de dimensiones considerables en lo alto de San Cristóbal. Nuestro Don Cirilo hace llegar una esquelita a la redacción de este periódico que decía así, “Para San Cristóbal en la bendición de una moto” junto con un donativo de 50 pesetas. Hablando de motos dejaremos constancia del donativo realizado por el Moto Club Alcoy, que alcanzo la cifra de 500 pesetas, entregadas por medio de un conocido alcoyano, el fotógrafo D. José Crespo Colomer. Destacable también el hecho de los alcoyanos afincados en la capital del Turia reúnen fondos para regalar el “Cáliz” de la Ermita, cosa que hicieron efectiva el 26 de Junio de 1960, aprovechando que en ese día las autoridades alcoyanas acudieron a Valencia para asistir a la celebración de la Festividad de San Juan de Ribera. La cruz se construye en la casa “Torras” de Valencia, quedando presupuestada en 12,35 ptas, el kg, alcanzando un peso total de 1700 kg, con una altura de 13’360 m. En la reconstrucción empiezan a trabajar D. José Pérez Vaño (maestro de obras) y su hijo José Pérez Valor, acompañados de los señores Deogracias Ramiro, Manuel Molina, y Fco. Aragón López en calidad de oficiales albañiles, participando como mecánicos y montadores los Srs. Juan Esteve Lillo, Ramón Climent y Salvador B. Marcos, todos ellos del taller de D. Luis López Aracil. Una vez construida la cruz se presenta el problema de subirla a lo alto de San Cristóbal, pero una vez más desde las paginas de “Ciudad” el periodista de nuestro periódico D. Rafael Coloma dirige una campaña en la que se llama a la solidaridad de las personas de la ciudad, no haciéndose esperar la respuesta, pues desde todos los puntos llegan mensajes y llamadas para colaborar, si leemos los diarios de la época los voluntarios son tantos que no supondrá problema subir la cruz. Nos llegamos al Sábado 16 de Julio de 1960, la agencia de transportes Guillén llega a la Font de Moya con las piezas de la cruz, cuando en el contrato solo se indica trasladarla a Alcoy, pero tengamos presente que el gerente de esta empresa D. Vicente Guillén es un alcoyano de pura cepa, tanto que incluso ostento el cargo de capitán cristiano en nuestras populares fiestas de “Moros y Cristianos” las piezas son subidas el Martes y Miércoles 26 y 27 de Julio de 1960 por el Sr. Vicente Martínez Lluch, cuatro hombres, cuatro burros, dos mulos y demás caballerías, no pudiendo acudir a colaborar en la subida muchas de las personas que se habían ofrecido por ser días laborables.
Se inaugura de nuevo esta emblemática “Cruz” el 23 de Octubre de 1960, siendo padrino el alcalde Sr, Enrique Oltra Molto y madrina la Srta. Luisa Aracil Bellod, hija del arquitecto.

Pues después de todo lo anteriormente dicho nos llegamos a la década de los noventa, años estos que el aspecto que presenta la Ermita de San Cristóbal y sus alrededores es un tanto descuidado, abandonado, para solucionar este problema la iniciativa de un grupo de hombres en su mayor parte “Jubilados” se ponen de acuerdo para entre ellos acometer las obras pertinentes para rehabilitar la zona. Al frente de estos hombres se coloca D. Luis Sempere Benavent que es ayudado por los Srs. Bartolomé Berenguer, Antuan Vicedo y Ramón Cortés, que a la postre a sido mi informador el cual nos cuenta que estos trabajos se inician con la ayuda material del ayuntamiento de Alcoy y de otros compañeros como los Srs. Julio, Roberto, Angel, Enrique, Fernando, Manuel Abad, Rafael Doménech, Rafael Torregrosa, el Sr, Pepe todos ellos pensionistas los cuales fueron ayudados por Pedro (chofer del autobús) Paco (policía nacional) y el Sr. Miguel, José Molina (funcionario correos y encargado de filmación) todas estas personas han hecho que el paraje de San Cristóbal sea un lugar acogedor ( al día de hoy Enero 2008, presenta la zona algunos deterioros por vandalismo y otros por inclemencias del tiempo) a todos ellos les damos las gracias pues después de casi diez años de arduo trabajo el cambio experimentado en la zona es considerable, esperemos que sepamos apreciar tanto esfuerzo y tengamos la suficiente concienciación de saber mantener tan bello lugar.
Una vez dicho todo esto podemos ir al aspecto deportivo, es decir a realizar esta bella excursión, la cual podemos iniciar en el mismo Parque del Romeral, y subiendo por el Llançols iremos tomando altura y contemplando un bello paisaje, este recorrido esta señalizado como sendero local (marcas verdes y blancas) aunque también se inicia un sendero PR – CV, que nos conduciría a Barchell pasando a los pies de la ermita de San Cristóbal, este sendero a sido recientemente señalizado por los miembros y participantes de la Escola D’Estiu de la UPV Campus D’Alcoi siendo director de esta escuela de verano el Sr. Vicente Tomás y como coordinador de señalización y trabajos de campo Juan Fco. Mariño, y todo ello con la colaboración de la Gerencia de Medio ambiente del Ayuntamiento de Alcoy siendo su director responsable el Sr. Miguel Signes.

Una vez llegados a la zona de piscinas del Preventorio, cruzamos la carretera asfaltada y continuamos de frente, donde ya encontramos la font de l’Horteta, junto con sus balsas y a partir de aquí la ascensión es constante hasta llegar a la ermita desde ella podemos acceder a otros lugares con encanto como puede ser la buitrera del Proyecto Canyet, lugar en el que debemos ser muy respetuosos, pues recordemos que la reintroducción de esta especie lleva detrás muchísimo esfuerzo.
Otra cosa importante a destacar de esta pequeña excursión es que la zona nos puede dar algunas sorpresas como encontrar algún que otro fósil marino, aunque rogamos no deterioren el entorno con excavaciones o similares. Llegados a este punto solo me resta decirles que espero que disfruten de esta caminata por el patrimonio natural y cultural de Alcoy de la misma manera que yo.

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