martes, 28 de julio de 2009



RUTA Facheca - Pla de la Casa
DIFICULTAD dificil
TIEMPO 4- 5 horas ida y vuelta

Diremos que Facheca es un pueblo enclavado en la Sierra de Alfaro, dentro del Valle de Seta, arropado además por la Serrella, y la Sierra de Almudaina, su población actual fija no llega a los 150 vecinos y esta a una altitud de 769 m.

La historia de este pequeño pero acogedor pueblo esta directamente vinculada al igual que los demás pueblos del Valle, con el mundo musulmán, perteneció al Marquesado de Guadalest. Sus habitantes moros fueron expulsados como ya todos ustedes saben por 1609, y repoblado por mallorquines.



En el centro del pueblo, podremos ver un espectacular y más que centenario Olmo, admirado y venerado por todos, tanto foráneos como autóctonos, pero además el pueblo merece una detenida visita, en la que podremos ver su monumental Iglesia llamada del Espíritu Santo, considerada la más antigua del Valle de Seta, habiendo sido construida a finales del s. XVIII principios del XIX.


Esta Iglesia al igual que muchas tienen campanario, claro esta, lo que yo no sabia era que sus campanas tienen nombre propio, por ello pienso que debemos contarlo; Una campana llamada de San Joans, de 37 kgs. Fundida por Vicent Roses e Hijos de Atzeneta de Albaida en 1894, otra llamada Rosario de 137 kgs. Fundida por la misma familia un año más tarde, (1895) y la Campana Espíritu Santo de 319 kgs, también fundida en 1895.



Nos situamos a la entrada de Facheca, y buscamos la señal de forma parecida a una caseta informativa, justo por detrás de ella baja una pequeña carreterilla asfaltada que demos tomar. En esta carreterilla ya podemos ver las marcas del PR, que de manera inequívoca nos conducirá al Pla de la Casa, que con sus 1378 metros es uno de los más importantes de la provincia de Alicante.
Puestos en camino pasaremos en primer lugar por un pequeño túnel, justo encima tenemos la carretera de Castell de Castells, la CV 720, continuamos nuestro paseo y nos encontraremos con una Fuente Lavadero, conocida en el pueblo como del Espiritu Santo, su caudal es extraordinario al igual que su frescura. Dejamos la fuente a nuestra derecha y atrás, para seguir entre bancales de olivos, siempre guiándonos por las marcas Amarillas y Blancas del PR, a medida que avanzamos vamos ganando altura. Si nos fijamos detenidamente en el sendero se aprecia la reciente desbroza del mismo, además de que en algunos tramos incluso se ha realizado alguna pequeña reforma, facilitando de este modo aún más si cabe el disfrute del paseo. Seguimos ascendiendo y se empieza a ver en las laderas las obras realizadas para allanar los bancales, y ganarle metros a las verticales vertientes de la montaña, se puede apreciar la labor de los antiguos moradores de la Villa, los Moros.



El ascenso continua sin descanso, a nuestra derecha ya podemos contemplar la inmensidad de las paredes de la Serrella, además de algunas construcciones para el resguardo de los animales, en algunas de ellas se han aprovechado los abrigos y cuevas naturales. A medida que subimos vemos unas casetas pequeñas, que son como las llaves de paso del agua que baja al pueblo, pues las tuberías de la misma bajan por aquí. Y ya no tenemos pérdida seguimos el sendero y nos llegamos al Pla de la Casa, donde lo primero que nos encontraremos será un Pou de Neu, que como casi todos los de la zona es de construcción circular, en sus orígenes Arqueado como así lo demuestra los dinteles de espera de los arcos, tiene un diámetro de 11 metros con una altura de 13m.



En los aledaños del pozo podemos ver los restos de una especie de ventisqueros, que a mi parecer servían para mantener la nieve y ser más fácil luego la recogida. Volvemos un poquito atrás para retomar el sendero balizado de nuevo, y ya coronamos la cima del Pla de la Casa, que tiene como habíamos dicho 1378 mts, y una bonita cruz, Desde aquí si el tiempo nos lo permite podemos ver unas maravillosas vistas, incluso si hay suerte algunos han conseguido ver Ibiza, yo no he tenido esa dicha.

Y ya podemos echar un vistazo por la cumbre, en la que podemos ver los restos de una antigua torre de vigilancia de origen musulmán, que al parecer no tuvo demasiada importancia militar. Y ya nos queda volver sobre nuestros pasos o bajar en dirección Cuatretondeta, o tal vez realizar una visita a la Mallada del Llop, aunque eso bien puede ser otra excursión

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